En lo que voy viviendo me voy dando cuenta como mis gustos van cambiando. Si antes cuando viajaba me perdía en las tiendas de discos, hoy opto por recorrer las calles de una ciudad en busca de arte. Atrás quedaron los gustos por los souvernirs baratos hechos en la China y hoy, con la curiosidad a tope, busco nuevas formas de expresiones de arte… así es como me econtré con Mallol. En una de esas caminatas por Las Ramblas en Barcelona.
Ya agotado de andar toda la tarde y feliz de haber adquirido dos piezas de arte de un artista chileno/canario, escuché un sonido ancestral que provenía de la Plaza Cataluña, fue bastante hipnotizante. Y a pesar de que músicos sobran por esos lares, las melodías y ritmos misteriosos bañados de Dance, Trance y Chill no dejaban de llamarme.
Entre esotérico y namasté, Mallol brinda una fusión de lo tribal con la modernidad de la música de antro gracias al instrumento Digeridoo, que el mismo cataloga como Electro Diregidoo y mejor forma de darle nombre a su estilo no podía decirlo yo en mejores palabras. El Digeridoo es un instrumento ancestral que los aborigenes australianos llevan usando toda la vida y en este caso Mallol lo casa con la música discotequera electrónica que es tan común en este lado del mundo (en Europa).
No pude resistir el deseo de comprar un CD de Mallol ahí mismo en la calle donde lo descubrí y le pregunté que si sonaba igual en el CD y me dijo “mucho mejor” y claro, tenía razón, pues en el silencio del estudio y el entorno acústico ideal, es de la mejor manera en que se puede apreciar el arte y el talento de Mallol.
Mallol no es el primero ni será el último en usar este singular instrumento, puesto que existe todo un movimiento de Digeridoo Trance Dance y Ethno Music muy vigente, el cual merece la pena ser explorado si eres amante de la buena música.
Que viva la buena música y los nuevos descubrimientos artísticos en este viaje veraniego por Barcelona, Berlín y Mykonos!
Lethal Fatal 
Genial! Mucha suerte!